La muerte clinica.
La muerte clínica (o muerte aparente) consiste en la detención del latido cardíaco y de la respiración sin que se produzcan lesiones en las células cerebrales. No existen señales externas de vida como la conciencia, el pulso y la respiración.
Por lo tanto, la muerte clínica se produce cuando los signos vitales cesan su actividad (el corazón deja de latir y la respiración desaparece), pero aún siguen vivas las células cerebrales que se encargan de controlar esto, por lo que es posible la resucitación.
Muchas personas que han experimentado la muerte clínica o han estado a punto de morir han explicado, una vez conscientes de nuevo, haber tenido visiones. Aproximadamente el 20% de los sobrevivientes de una parada cardiorrespiratoria dan cuenta de haber tenido una experiencia cercana a la muerte durante la muerte clínica.
Algunas de estas experiencias incluyen: un túnel con una luz al final, la sensación de que el cuerpo flota, encuentros con familiares fallecidos, el futuro, presencias o voces relacionadas con la religión de la persona, una visión global de toda su vida como si fuera una “película”, algún obstáculo como una puerta o un muro… Estos fenómenos son conocidos como “experiencias cercanas a la muerte”.
Existe el debate de si el cerebro agonizante es capaz de generar actividad de conciencia y cómo lo hace. Estas visiones y percepciones se han descrito como “más reales que la realidad”, según otros estudios previos, pero todavía no se ha determinado si el cerebro es capaz de tal actividad después de un paro cardíaco.
Los científicos han intentado explicar con varias hipótesis a qué se deben estas experiencias. A continuación os dejamos algunas de ellas:
- Para algunos, las ECM son una prueba de que la mente, consciencia, psique, alma o espíritu como entidad inmaterial, se separa del cuerpo físico, que actúa como mero soporte material, para dirigirse a otro reino.
- Otros dicen que es una forma de despersonalización, de disociación, que actúa como defensa ante la amenaza de muerte en situaciones de extremo peligro. Sin embargo, las ECM son percibidas como completamente reales, al contrario que la despersonalización típica, y lo alterado no es el sentido de la identidad propia, sino la asociación de esta identidad con las sensaciones corporales.
- Otra hipótesis psicológica, formulada por el astrofísico y cosmólogo Carl Sagan, mantiene que el sistema neurológico se reinicia tras la experiencia traumática de la muerte. La luz al final del túnel sería una regresión al momento del parto y la salida del útero, y las personas conocidas serían las figuras de los padres y la sensación de bienestar la suministrada por las endorfinas de la leche materna.
- También puede ser debido al síndrome de Cotard o del «cadáver ambulante», por el que el paciente percibe la ilusión de que ha fallecido después de un trauma muy fuerte o en etapas muy avanzadas de algunas enfermedades a consecuencia de cambios en la corteza parietal y prefrontal.
- Rick Strassman sostiene que una droga producida por organismo llamada N,N-dimetiltriptamina (DMT) produce todos los efectos relacionados con las alucinaciones autoscópicas y la visión de fantasmas.
- También hay quienes la relacionan con la telepatía, con la secreción de serotonina y con un trastorno disociativo análogo al producido por la ketamina.
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